Rusia comienza despejando dudas en su 'ensayo general' para el Mundial

Rusia comenzó este sábado a despejar dudas con la inauguración de la Copa de las Confederaciones, un 'ensayo general' de cara al Mundial-2018, tanto a nivel organizativo como deportivo, con una primera victoria ante Nueva Zelanda por 2-0.

El mismísimo presidente ruso Vladimir Putin no quiso perderse la inauguración del evento en el estadio de San Petersburgo, acompañado por el presidente de la FIFA Gianni Infantino y con el legendario Pelé como 'estrella' del acto.

No obstante, las sospechas de que el torneo no interesaba mucho a unos aficionados rusos desencantados con las actuaciones de su selección en los últimos años se confirmaron el sábado, ya que al flamante estadio de San Petersburgo apenas acudieron 50.000 espectadores de los 68.000 que puede albergar el recinto.

En porcentaje, un poco más del 70% de la capacidad del estadio, que coincidiría con la cifra dada por la FIFA el viernes con respecto al número de entradas vendidas para todo el evento (algo más del 65%). En todo caso, parece poco para ser un partido inaugural y con la selección anfitriona de protagonista.

En lo futbolístico, el arquero neozelandés Stefan Marinovic evitó que se viviera la primera goleada del campeonato, aunque no pudo impedir la victoria de los rusos, muy superiores a los oceánicos, con goles de Michael Boxall en contra (31) y Fedor Smolov (69).

Con este triunfo, Rusia se sitúa líder del grupo A con tres puntos, a la espera de lo hagan el domingo en Kazán Portugal y México, grandes favoritas a ocupar los dos puestos que conducen a semifinales.

- Progreso en los últimos meses -
Tras tocar fondo hace un año en Francia, quedando eliminada en la primera fase de la Eurocopa sin ganar un solo partido, Rusia demostró que en los últimos meses ha dado un paso hacia adelante.

Tras ganar a Hungría por 3-0 y empatar 1-1 ante Chile, el equipo local se mostró confiado y ambicioso con el balón, provocando muchas ocasiones de gol y con Marinovic intentando mantener a flote la nave neozelandesa.

"Me gustó el equipo de Nueva Zelanda, pero afortunadamente conseguimos neutralizar sus características e imponer nuestras fortalezas, fue la clave de la victoria", dijo el seleccionador ruso Stanislav Cherchesov.

"Obviamente en el primer partido del torneo queríamos obtener un mejor resultado, por lo que estamos un poco decepcionados, pero el equipo mostró un gran espíritu", señaló por su parte el técnico neozelandés Anthony Hudson.

Además de este primer éxito futbolístico, la organización se apuntó también un triunfo organizativo, ya que el césped del estadio de San Petersburgo, cambiado hace un mes por su mal estado, respondió sin problemas.

El recinto de la segunda ciudad rusa, que también albergará, entre otros partidos, la final, se convirtió en uno de los grandes quebraderos de cabeza de la organización, con una década de trabajos y problemas de construcción que hicieron que el presupuesto se disparase a más de 650 millones de dólares.

En lo que se refiere a la amenaza de la violencia tampoco se registró ningún incidente destacable ni en el estadio ni alrededor del mismo.

Aunque la prueba de fuego será dentro de un año, cuando lleguen seguidores de 31 países (en lugar de los siete de la Confederaciones).

- Un 'hooligan' castigado -
Eso sí, al presidente de la Asociación de los Aficionados Rusos, el ultranacionalista Alexandre Shpryguin, no se le permitió el acceso al estadio.

"Dos horas antes del partido, recibí un email anunciándome que mi pase de aficionado estaba anulado, lo que quiere decir que tenía prohibida la entrada al estadio" de San Petersburgo, donde se desarrolló el partido, contó Shpryguin a la AFP.

En septiembre, el sulfuroso presidente de la Asociación de Aficionados Rusos fue detenido por las fuerzas especiales, sospechoso de haber participado en una gigantesca pelea en enero entre aficionados del CSKA y del Spartak, los dos clubes más populares de Moscú.

Aunque este 'hooligan' es sobre todo conocido por haber sido expulsado dos veces de Francia durante la Eurocopa tras los enfrentamientos, delante de las cámaras del mundo entero, de centenares de rusos que invadieron las calles de Marsella para agredir a aficionados ingleses.

Estos incidentes provocaron que se levantaran dudas sobre la capacidad de las autoridades rusas de controlar a sus hinchas más fanáticos y de garantizar la seguridad de los aficionados de otros países que viajen dentro de un año a Rusia.
..AFP