Sí, Inter Miami quedó eliminado de la Copa de Campeones de la Concacaf. Vancouver Whitecaps fue mejor y avanzó a la final. Pero más allá del resultado, hubo una escena que resume lo que significó este cruce.

El técnico del equipo canadiense, Jesper Sørensen, lo dijo sin rodeos: "Cuando juegas contra un equipo como Miami y no tienes tanta experiencia, es difícil. Es difícil porque estás enfrentando al mejor jugador del mundo. Quizá alguien ahí afuera tenía un póster de Messi cuando era niño. Mi hijo lo tenía, y tiene 24 años".

No fue una frase para la galería. Fue una confesión honesta, de admiración y respeto. Messi no solo impone en la cancha; también lo hace en la memoria de quienes crecieron viéndolo jugar. Enfrentarlo no es solo un reto futbolístico, también es emocional.

Vancouver no se intimidó

Lejos de paralizarse, el equipo canadiense entendió el escenario. Ejecutó su plan con madurez, defendió con orden y golpeó cuando tuvo la oportunidad. Supo cómo frenar a Messi y cómo contener a un equipo lleno de figuras.

Con una fracción del presupuesto salarial de Inter Miami, y sin el cartel de favorito, Vancouver escribió su propio capítulo en esta edición del torneo: eliminar al equipo liderado por Lionel Messi, considerado por muchos como el plantel más talentoso que ha visto la MLS.

Las estrellas no bastaron para el Inter Miami

Miami armó un equipo que parecía sacado de una postal del fútbol europeo: Messi, Suárez, Alba, Busquets. Nombres que marcaron una época, que brillaron en los escenarios más grandes y que llegaron a la MLS con la promesa de seguir compitiendo.

El talento estaba ahí. La experiencia también. Pero esta vez, el equipo no logró hacer la diferencia en conjunto. Faltó chispa, conexión, esa sensación de que podían reaccionar cuando el partido se ponía cuesta arriba.

El peso de la expectativa cayó con fuerza. Y mientras la ilusión crecía en las gradas, en la cancha faltaron respuestas.

Mascherano: autocrítico y realista

No hubo que leer entre líneas en rueda de prensa. Las palabras de Mascherano fueron tan directas como el golpe: "Duele porque queríamos llegar a la final. Eso habría colocado al club en una posición muy importante. Aun así, tenemos que aceptar que ellos fueron mejores".

Un mensaje con los pies en la tierra. Un reconocimiento de que, por ahora, este grupo lleno de talento todavía no ha logrado compaginarse del todo.

Lo que viene para el Inter Miami

La temporada no termina. El equipo ahora deberá recuperar sensaciones en la MLS y prepararse para su próximo gran desafío: el Mundial de Clubes.


Mascherano lo dijo claro: primero, a enfocarse en la liga y, en un mes, a pensar en el debut en el Mundial de Clubes.

Y mientras Inter Miami piensa en lo que sigue, Vancouver ya dejó su marca. No solo por eliminar a los favoritos, sino por demostrar que, a veces, los que crecieron con pósters en la pared también pueden escribir sus propias historias en la cancha.
..María Virginia Álvarez / @soymv_
..Fotografía: Néstor Suárez / @nestorsuarezb

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