El Real Madrid destrozó este domingo al MoraBanc Andorra (91-60) en su último partido del año en su fortín del WiZink Center, en el que no acusó el cansancio tras su quinto partido en los últimos diez días ante un rival que, mermado por las bajas y negado ante el aro, pagó muy cara su nefasta primera parte.

Aunque sólo fue un espejismo, salió mas fallón que de costumbre el equipo blanco, que solo fue capaz de sumar tres canastas en juego en los cinco primeros minutos gracias a un par de aciertos de Walter Tavares y a otra acción de Gabriel Deck, lo que permitió el dominio inicial de los andorranos con mínimas ventajas.

Hasta que despertó el recién renovado Anthony Randolph, quien con cinco puntos seguidos puso por delante a los suyos y obligó a Ibon Navarro a parar el juego para volver a ordenar a sus hombres y evitar males mayores a esas alturas del choque.

El tiempo muerto no tuvo el efecto deseado, sino todo lo contrario. Los locales metieron una marcha más a su juego para dominar unos primeros diez minutos de poco brillo en los que le bastaron el dominio de Tavares bajo aros (8 puntos y 6 rebotes) y los siete puntos de Randolph para imponerse a un MoraBanc negado desde el triple y que encajó un parcial de 11-0 en los últimos tres minutos (24-12, min 10).

Pero eso no fue nada para lo que le vendría encima en la reanudación. De inicio, sendos triples de Trey Thomkins y Jeffery Taylor abrieron más la brecha. El Madrid seguía disfrutando y sumando sin oposición y sellaba su aro, en el que solo recibió una canasta, de Dejan Musli, en todo el segundo cuarto.

Ese fue el paupérrimo botín andorrano en trece minutos para olvidar en los que encajó un parcial de 37-2 que dejó un marcador de escándalo al descanso y el partido visto para sentencia antes de lo previsto (50-14, min 20).

La pájara de los del Principado se reflejó en las estadísticas de la primera parte. En el segundo cuarto solo acertaron con uno de sus diez lanzamientos de dos y fallaron los ocho triples que intentaron mientras que enfrente Thompkins y Taylor, con 12 y 8 puntos, lideraron el repaso de un Real Madrid sin oposición que no acusaba el cansancio por la acumulación de partidos.

El MoraBanc espabiló tras el paso por vestuarios y fue capaz de anotar en cuatro minutos casi los mismos puntos que en toda la primera mitad. Con la remontada como misión imposible, al menos empezaron a producir en ataque y a lavar su imagen.

Tras el atracón previo, el Real Madrid se relajó. Pablo Laso aprovechó para rotar su banquillo y la diferencia bajó hasta los 30 puntos. Para mantener a sus hombre activos, el técnico vitoriano llegó a pedir un tiempo muerto al ver que la ventaja empezaba a menguar mínimamente, y al último cuarto se llegó con los andorranos 33 abajo (70-37, min 30).

Con todo visto para sentencia desde mucho antes, los últimos diez minutos tuvieron poca historia. El intercambio de canastas no varió el guión del partido aunque una buena racha del los andorranos desde el perímetro les permitió maquillar algo el marcador.

El Madrid, líder de la ACB y de la Euroliga, que sigue invicto en el Wizink Center -donde en 2019 ha ganado 37 de sus 39 compromisos- selló su tercer triunfo de la semana a la espera de cerrar el año el domingo en el Palau ante el Barça.

- El Barça ganó a la Joventut en un derbi descafeinado -

El Barça se reencontró con el triunfo (80-95) en la Liga Endesa en la pista del Joventut de Badalona, donde tuvo una tarde plácida ante un rival sin continuidad en su juego como para plantearle una batalla al gigante azulgrana.

Nikola Mirotic, con 25 puntos, y Adam Hanga, con 12, fueron los destacados por los azulgranas mientras que Conor Morgan fue el más acertado en un Joventut que sumó su tercera derrota consecutiva en la ACB.

Los verdinegros comenzaron muy mal fallando tiros claros y con Klemen Prepelic anulado por la defensa de un Adam Hanga mucho más inteligente que el esloveno. Mirotic y Ribas lideraron la anotación azulgrana (9-17, min.8) en un cómodo comienzo de los azulgranas.

Carles Duran metió en pista a Dimitrijevic y Buford para revolucionar el partido pero Tomic y Mirotic siguieron anotando con facilidad para poner el 14-21 al final del primer cuarto.

Dos tiros libres anotados por Mirotic situaron doce puntos arriba (14-26, min.12), que se tomaron un respiro en defensa en lugar de seguir apretando el acelerador, lo que permitió que el partido se animara.

Buford y Dimitrijevic imprimieron más intensidad al juego de la Penya y los verdinegros pasaron a dominar el partido con mucho acierto en los triples y dominio del rebote defensivo.

Dos triples consecutivos de Morgan empataron el partido (34-34, min.17) y la primera canasta de Klemen Prepelic puso a los de Carles Duran por primera vez arriba en el marcador (38-36, min.18) tras un parcial de 24-10.

Tan rápido como se fue del partido volvió al mismo el Barça mostrando todo su poderío. Dos triples de Kuric y Mirotic -14 puntos en la primera parte- reactivaron al Barça, que con un parcial de 0-8 volvieron a mandar en el marcador (38-44, min.19) para irse al descanso seis arriba (40-46).

El Barça dio un nuevo tirón en el marcador al inicio del tercer período con dos triples de Álex Abrines y Brandon Davies imponiendo su músculo dentro de la zona (42-59, min.25).

Morgan y Kanter salían al rescate de la Penya (54-63, min.28) pero a los azulgranas le bastaba con ajustar su defensa para volver a ensanchar su diferencia. Dos triples de Adam Hanga al final del cuarto volvieron a ensanchar la diferencia (60-75).

Los azulgranas lograron su mayor ventaja con un triple de Kyle Kuric (62-80, min.32) para sentenciar el partido. Fueron ocho minutos en los que la Penya quiso maquillar el resultado pero no pudo ante la consistencia del juego azulgrana que controló el partido hasta su conclusión.
..EFE

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