Jeffrén Suárez, la soberbia de un jugador promedio

Mucho se ha hablado de Jeffrén Suárez, no solo por su fútbol; sino de las tantas veces que arremete contra Venezuela como si fuera el arco rival de un equipo al que odia y que desea humillar por goleada.
Hay quienes queman etapas de manera circunstancial, unos lo hacen de raíz desde el primer momento que se desprenden de las cosas; pero hay otros que sangran por la herida, y cada vez que rozan esa abertura, su reacción es agresiva, pues no hay cura alguna que cierre esa herida mal curada.
Y eso es lo que pasa con Jeffrén Suárez, exjugador que vistió por tan solo cuatro partidos la camiseta nacional. Una camiseta que tiene mucha historia, donde muchos jugadores la respetan, porque el vestir la camiseta de tu país, es representar a millones de personas en un partido de fútbol, es el mayor recuerdo que puede vivir un futbolista.
Pero ese es el error, es que Jeffrén nunca se ha sentido venezolano, más allá de haber nacido en el país, su crianza fue en el exterior, y no se juzga, porque fue el futuro que decidieron sus padres cuando nació. Es por eso que le cuesta tener un arraigo hacia Venezuela como lo tenemos la mayoría de nosotros, mucho menos tiene un afecto hacia la Vinotinto, por el simple hecho de que nunca se ha sentido venezolano al 100%.
Actualmente esto sucede no sólo en el futbol; sino en muchos venezolanos de nacimiento que se han visto en la necesidad de emigrar, y que la mayor parte de su vida ha sido fuera del país. Pero el caso no es este, el problema es que volvió a irrespetar la camiseta nacional.

Jeffrén jugó cuatro partidos con la selección. Dos amistosos y dos partidos de Eliminatorias en la era de Noel Sanvicente. Una era marcada por los llamados “repatriados” en las que incluía a los hermanos Feltscher (Frank y Rolf), Andrés Túñez, Julio Álvarez y el portero Dani Hernández; entre otros. Unos convocados en el proceso de César Farías y otros se fueron sumando en el pasar de “Chita” por la selección.
Decir que fue el jugador más desequilibrante en la cancha tras su ingreso, es otra de las mentiras que suele decir en cada entrevista que da. Este jugador me hace pensar que es mitómano, y que busca a veces resaltar en la polémica teniendo como referencia a Venezuela.
Si venimos al caso de los jugadores repatriados a la selección, podemos destacar a Amorebieta, quien sí marcó un hito en la historia del fútbol venezolano, tras marcar el único tanto que dio la primera victoria de Venezuela sobre Argentina por Eliminatorias (Brasil 2014), aquella noche húmeda de octubre 2011 en Puerto la Cruz.
Otros momentos que podemos resaltar fueron las grandes atajadas de Dani en el arco, Rolf siendo referencia en la zaga Vinotinto junto a Andrés, y hablo solo de los repatriados, pues sí vamos a recordar la historia de la selección, hay mucha tela que cortar con grandes momentos del fútbol nacional.
No las actuaciones fantasmas que tuvo el pasar de Jeffrén. En ninguno aportó, tampoco fue deslumbrante su juego o determinante como suele decir en el reciente podcast que grabó (Helado Oscuro Podcast), porque en ambos partidos de eliminatorias se perdió y no marcó ni siquiera un gol.
Estuve ahí en ese partido, con la ansiedad de querer verlo jugar, ver lo que podía demostrar porque mucho se hablaba pero poco se veía, además cuál podía ser su aporte a la selección mayor por su gran experiencia en Europa, como el CD Tenerife, FC Barcelona o Real Valladolid, pero no fue así, fue una ilusión que se fue desdibujando con el pasar del tiempo, un reflejo del debacle su carrera y de no tener más convocatoria en la selección.
Se le olvida que delante de él hay grandes jugadores de peso, esos mismos con amplia trayectoria en Europa y de mayor renombre que su propia carrera, que han vestido la camiseta de la selección nacional sin importar las circunstancias por delante que tenga, sin rechazarla, sin hablar mal de ella, pero sobretodo llevando con orgullo un color que hace vibrar millones de personas, una pasión que nos ha llevado a llorar, reír, celebrar cada gol, con una afición siempre fiel a su selección.
Hoy en día no merecemos escuchar estos comentarios, y menos ahora que estamos a dos fechas trascendentales para la Vinotinto en la que no figura en ninguna parte el nombre se Jeffrén Suárez, ni en las de los procesos anteriores como los de Richard Páez y César Farías que nos quedamos en el camino en la última fecha.
El foco debe estar concentrado en uno sólo, y es en la clasificación al Mundial de 2026. Los comentarios ajenos que no nos hagan desviarnos, porque somos más de 30 millones de venezolanos que estamos a la espera de pelear un pase, a lo que posiblemente pueda ser el partido más importante de la historia del fútbol de Venezuela, porque se disputa un pase al tan añorado repechaje que todos queremos y que de seguro Jeffrén al final va hablar.
Jeffrén atrás tú pasar, que nadie tampoco recuerda el número que llevaste, y menos con la soberbia que que tienes porque no has sido el único de la Vinotinto que ha jugado al lado de Messi, y de grandes jugadores de renombre en Europa. Quédate con lo vivido y recuérdalo si quieres bonito, pero basta de seguir manchando la camiseta y haciéndola ver como un tormento en tu vida, porque si no sumas, es mejor que te sigas apartando y cumplas con tu palabra en no querer hablar más de Venezuela.
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