Mucho Betis, poco Real Madrid

Se suponía que iba a ser un partido sin historia, ¡pero vaya si la tuvo!. Por un lado el Real Madrid dejó el record de partidos consecutivos marcando congelado en 73 y por el otro, el Real Betis se convertía contra todo pronóstico en ser el primer club de la historia en ganar un partido a un conjunto campeón de Europa en 12 ocasiones.

Dos equipos que andaban buscándose se daban cita este miércoles en el Santiago Bernabéu. El Real Madrid obligado a encontrar su mejor versión y el colmillo que parecía haber perdido en los últimos partidos en su templo donde tras dejarse puntos contra el Valencia CF y el Levante estaba obligado a ganar para seguir la estela de un FC Barcelona que parece olvidarse de la marcha de Neymar sacando sus partidos con cierta holgura. Por su parte, el Real Betis llegaba a Madrid con la ambición de reafirmar las buenas sensaciones que le hagan por fin dejar atrás la depresión en la que parecen estar anclados en las últimas temporadas.

Por un lado la necesidad, por otro la ilusión. Parte de esta dualidad se podía leer entre líneas en las alineaciones de Zidane y Setién. Dejando en el banquillo a Asensio, la estrella emergente del fútbol español, lo cierto es que el Real Madrid parecía salir con su once de gala. Por su parte, el Real Betis parecía dosificar los esfuerzos de una plantilla menos acostumbrada a jugar tres partidos en siete días por lo que optaba por dejar en el banco a dos de sus estrellas, Joaquín y el mexicano Guardado, que a buen seguro querría brindar una gran noche en honor a las víctimas del seísmo en su país.

Un emotivo minuto de silencio daba paso al inicio del partido, en un Santiago Bernabéu que rozó una buena entrada pero que lejos de rugir y asustar al rival terminó mudo.

Cristiano Ronaldo volvía tras 5 partidos de sanción y ya en el primer minuto avisó de que quería ser protagonista al tener la primera ocasión a los 30 segundos. El Santiago Bernabéu había echado en falta a su estrella, pero esta no iba a ser su noche.

Y es que pronto se vio que algo no iba bien. Podía haber sido la historia tantas veces vista en un terreno de fútbol: el equipo pequeño (aunque esta noche el Betis se doctoró) fallaba una clara ocasión a las primeras de cambio y luego vendría la goleada del equipo grande (que últimamente parece empequeñecido en casa por el agobio de los resultados). Y es que en el minuto 2 Carvajal, primero, sacaba un balón en la misma línea de gol, para después, ser Keylor Navas el que evitara el tanto, tras una absurda pérdida de pelota de Casemiro en el centro del campo madridista, que esta noche, tras muchos partidos perdió la posición, primero por la profesionalidad de Javi García y Camarasa y después por el empaque de Boudebouz y Guardado.

Lejos de lamentarse lamiéndose las heridas tras fallar esa clara ocasión, los primeros minutos fueron de domino verdiblanco escuchándose tímidos olés en el gallinero bético.

Pero un taconazo de Cristiano Ronaldo que interceptó el hombro de un defensa pareció espolear al Real Madrid que a partir del minuto 9 pasó a coger las riendas de un partido al que nunca llegó a tener controlado. Unas veces por la mala puntería como ocurrió con algunas ocasiones en los pies de Modric o en la cabeza de Bale y otras por el acierto de Adán, lo cierto es que la primera parte maduraba, el marcador seguía 0-0 y al Santiago Bernabéu parecía pesarle los empates cosechados ante Valencia y Levante.

Adán, de nuevo Adán. El que en su día fuera víctima colateral del conflicto entre Mourinho y Casillas volvía a la que fue su casa para convertirse en la figura del encuentro. Sus paradas de todos los colores y el retraso con el que cada saque de puerta se convertía en un amago de tarjeta amarilla terminó desquiciando al santuario madridista.

El Real Betis saca muy buenas noticias de este partido. No solo una victoria de prestigio que hacía 19 años que no sacaba de Chamartín, sino el haber consolidado la idea futbolística que plantea Quique Setién, la misma que tan buenos mimbres le hizo ganar en Gran Canaria hasta que el vestuario se acostumbró al buen juego y se dejó llevar. Además este partido ha servido para que Fabián llame a la puerta de convertirse en un gran futbolista ya que no le pudo ni la presión ni el entorno, y disputó un partido a la altura de los elegidos. Y entre ese reducido grupo parece instalado definitivamente Marco Asensio que esperaba su oportunidad en el banquillo.

Isco tuvo la mejor ocasión poco antes del descanso, pero de nuevo Adán volvía a tapar huecos en su meta y a callar bocas sacando  una sensacional manopla con la que finalizaba el primer acto.

En la segunda mitad parecía tocar arrebato madridista ya que en los primeros compases Bale le puso un balón franco a CR7 que fallaba incomprensiblemente la ocasión.

La banda izquierda del Real Madrid que en muchas ocasiones ha sido una autopista no funcionaba. A Cristiano parecía poderle la ansiedad de volver a competir y Marcelo no iba a tener su noche ya que no solo no estuvo acertado en su juego sino que para colmo se marchó lesionado echándose manos a los isquiotibiales.

Carvajal parecía querer celebrar su reciente renovación siendo un puñal por la derecha, pero sus centros una y otra vez se topaban con Feddal y Mandi, la pareja de centrales verdiblanca que ha aumentado considerablemente su cotización tras el partidazo que se han marcado.

La tuvo el jovencísimo Francis en sus botas pero pecó de inexperto ya que en vez de encarar a Keylar tras verse sólo ante él, optó por tirar desde lejos. Su disparo salió alto y tras esa oportunidad, el entrenador del Betis le relevaba por el franco-argelino Ryad Boudebouz. En esa momento el Betis comenzó a ganar el partido ya que metió calma e inteligencia, claves para vencer a un Real Madrid que esta noche careció de ambas cosas.

Parecía que el partido iba a morir con el 0-0 ya que el Betis estaba empeñado en enfriar el partido, apoyado por la permisividad con la que el árbitro Mateu Lahoz dejaba que en cada reanudación se fueran unos segundos que impedían que el segundo acto cogiera ritmo.

La lesión de Marcelo en el 70 alteró los planes de Zidane que en un golpe de entrenador quitó a Modric para terminar bajando a Casemiro y desplazando a la banda a Sergio Ramos. Ni Asensio primero, ni luego Lucas Vázquez ni Mayoral después, consiguieron pintar una sonrisa en un equipo desdibujado en casa.

El estadio se encomendaba a la épica de los últimos minutos y a punto estuvo Bale con un soberbio disparo de espuela de romper la igualdad. Pero el paradón de Adán y el posterior rechace al palo iba a significar el adiós al record de 73 partidos consecutivos marcando, un hito que se recordará en los anales del fútbol.

Los 5 minutos de descuento parecían pocos para el tiempo que con tanto oficio había conseguido ir arañando un gran Real Betis que lejos de amilanarse jugó con la personalidad de quien sabe que esta puede ser su temporada. El cambio a última hora de Joaquín dio aire y entre Boudebouz y Guardado hicieron que la tragedia se mascara en los últimos momentos ante un Real Madrid volcado en busca del gol de la victoria, pero sin el alma ni la flor de otras ocasiones.

Un gol anulado a Sanabria en el minuto 89 parecía ser el último acto de fe del Betis. Más aún cuando en la siguiente jugada Mayoral tuvo en su cabeza el gol, pero Adán detenía un balón que amenazaba por quitar las telarañas de la escuadra donde el fondo de animación no cesaba de animar. Pero el equipo bético tenía una última bala guardada: a Barragán aún le quedaban fuerzas para correr toda la banda y poner un centro milimétrico en la cabeza del paraguayo Sanabria que en el minuto 94 mataba con su gol el partido y hacía saltar por los aires todos los pronósticos haciendo que el séptimo punto de la temporada se escapara del Bernabéu.

El Betis por fin volvía a ser feliz. Los jugadores eran una piña  junto al banderín del córner, en el que en lo alto se encontraban los orgullosos aficionados verdiblancos que volvían a cantar victoria en el coliseum madridista tras tantos años de travesía por el desierto.

Ya no hubo tiempo para más. En otras ocasiones el Real Madrid habría intentado empatar en la última jugada, pero hoy no era una noche más, sino una noche histórica como anuncié al comienzo de esta crónica y el Betis teñía de verdiblanco el cielo de Madrid.

Dicen que los campeonatos se ganan en los últimos dos meses de la temporada pero la sensación es que el Real Madrid se ha dejado la Liga en Septiembre. Ahora toca apelar al espíritu de Juanito para que la temporada no se haga molto longa.

Pero si alguien puede, ese es el club blanco…aunque esta noche, mucho Betis, poco Real Madrid.
..Juan Toral Sánchez / Twitter: @juatorsan