Tras arañar un empate ante un modesto Levante en el Santiago Bernabéu, el Real Madrid debe con cautela analizar el motivo de este resultado. Es difícil pensar que un conjunto como el Madrid ceda puntos en su casa, pero más aún que equipos que no tienen la artillería ni la calidad jugadores del conjunto merengue le ganen en lo más básico del fútbol, en tener más astucia que el rival.

Ver al Levante jugar, es ver a un equipo jugando con todas las armas que puede llegar a tener un equipo modesto, contragolpes, jugadas duras rozando lo sancionable, perdida constante de tiempo, entradas que desquician al rival, hasta provocar la expulsión de Marcelo, si además podemos sumar la permisibilidad del cuarteto arbitral, el Levante hizo de su planteamiento toda una victoria.

Ya es el segundo empate consecutivo para el equipo de Zidane. Los dos, tras ver los respectivos encuentros te dejan una misma conclusión, el Real Madrid ha comenzado esta temporada muy crudo, muy inocente. Sin duda le falta la ambición y el gol al que nos tenía acostumbrados, todo hace pensar que a esos chavales nuevos aún les falta rodaje para aclimatarse al esquema del francés y ser el ”reloj suizo” del que presumían, capaces de levantar dos Copas de Europa consecutivas.

Esperemos que este Real Madrid despierte de su letargo. Que sea capaz de conseguir el engranaje perfecto, que los jóvenes salgan con ganas de comerse La Liga, la Copa o la Champions, y que jugadores como Bale o Benzema recuperen la confianza perdida.

Pues visto lo visto en el Santiago Bernabéu, los jugadores del equipo merengue pecaron de inocentada tras inocentada y no aprovecharon la claras oportunidades que tenían, puesto que con un poco de ímpetu el partido hubiera sido suyo, eso sin desmerecer el gran trabajo de los jugadores del Levante.

Ficha técnica