El Athletic siguió ganando y el Celta quedó tablas con el Huesca

Un penalti transformado por Iker Muniain en el minuto 93, una falta máxima de Moses Daddy-Ajala sobre el propio delantero internacional, mantuvo este miércoles en San Mamés la escalada en la tabla clasificatoria del Athletic Club, que se impuso por 3-2 al Levante en un precioso y emocionante partido.

Yuri Berchiche con un gran disparo y un tanto en propia puerta del meta Aitor Fernández tras remate de Iñaki Williams, adelantaron al Athletic al descanso; Roger Martí, transformando un penalti sobre él mismo, y Erick Cabaco, de cabeza a saque de córner ya en el minuto 89, parecieron empatar el choque; pero un postrer penalti sobre Muniain en el 91, permitió al pequeño delantero dar a su equipo tres puntos que le hacen soñar con la Liga de Camopeones.

Fue un choque intenso y con gran fútbol de ambos equipos que puso al conjunto bilbaíno en puntos europeos y a cuatro de la 'Champions', que marca el Getafe. Precisamente el rival al que visita el domingo el equipo de Gaizka Garitano.

El Levante, en cambio, recibió un duro varapalo después de ver empatado un partido que tenía perdido y ve ahora como el descenso, que tiene ya muy cerca, es una amenaza cada vez más real.

Un combinación por la banda izquierda ya en el primer minuto, entre Córdoba y Yuri, que Capa no acertó a empalmar bien en el remate, avisó al Levante de lo que le venía encima.

Que fue rápido el primer gol. Un fuerte disparo de Yuri, tras hacer la pared con Córdoba y en posición de centrar, que sorprendió a Aitor Fernández.

Quiso responder el Levante, con tres disparos con peligro, dos en jugada de Rochina y uno de Jason a balón parado, que apuraron a Herrerín.

Pero la presión bilbaína en campo rival era asfixiante por momentos y recuperaba balón tras balón para los locales en el inicio del juego visitante.

En esa dinámica de mayor intensidad local De Marcos perdonó el 2-0 a pase de Williams, al tratar de controlar y no de rematar a la primera en su incorporación al área, y Raúl García enganchó un remate poco ortodoxo que lamió la cruceta de la meta levantina.

Pero finalmente, ese segundo tanto local que se marcaba llegó en una jugada clara de gol, aunque desgraciada para el meta salido salido de Lezama, que devolvió hacia la portería un disparo de Williams que entre él y Coke había logrado repeler.

La 'pantera' rojiblanca, que de concederle el gol sería el décimo en el campeonato liguero, justo el día 150 partidos con el Athletic, pudo marcar el tercero de su equipo unos minutos después, a pase de San José, aunque esta vez Aitor le cazó la intención de engañarle.

Ya en la parte final de la primera parte, a Coke se le anuló un gol en un remate de cabeza a saque de córner por haber arrollado en el salto a Herrerín, había atrapado el centro desde la izquierda.

Otro cabeza, desviado de Williams a centro de Córdoba, dio paso al descanso tras una primera mitad entretenida, con ocasiones de gol y más entusiasta de los 'leones'.

Acortó distancias el Levante nada más arrancar el segundo tiempo gracias a un penalti de Beñat a Roger en el que Munuera Montero no precisó del VAR que el delantero valenciano transformó desde los once metros engañando a Herrerín.

No se amilanó y el Athletic, con el partido convertido ya en un ida y vuelta constante, lamió el 3-1 en un disparo cruzado desde la frontal de Muniain, a pase de Williams, que dio en el palo, y en un voleón de De Marcos, a centro de Córdoba, al que respondió Aitor con una buena parada.

Raúl García, Williams, Yuri y San José también lo intentaron de lejos, pero el Levante amenazaba mucho en el medio campo bilbaíno y buscó el 2-2 con una volea de Roger a un buen centro desde la línea de fondo de Luna.

Consiguieron esa igualado los de Paco López al filo del tiempo reglamentario con un cabezazo de Cabaco sobre el tiempo reglamentario. Pero el partido se había loco y un penalti de Moses sobre Muniain permitió al delantero internacional dar el triunfo al Athletic.

La Sociedad Deportiva Huesca y el Real Club Celta de Vigo firmaron un empate tras un partido trepidante y loco en el estadio de El Alcoraz, en el que los aragoneses volvieron a pecar de falta de acierto para llevarse el partido tras una gran segunda mitad.

El resultado pone al borde del K.O. a los aragoneses, que siguen colistas, y a los que poco a poco se les está marchando la vida en la máxima categoría.

El partido fue de locos, con el Celta llegando a tener un 0-2 que pareció decisivo, pero la fe, el coraje y el corazón local le impidieron tirar la toalla y en una reacción de genio y carácter le dieron la vuelta anotando tres goles en 16 minutos, aunque el Celta tampoco bajó los brazos y se recuperó del golpe igualando a falta de nueve minutos para la conclusión.

Dada la delicada situación de ambos, el partido exigía sumar tres puntos, pero con el empate sale especialmente perjudicado el azulgrana que de esta forma no consigue recortar puntos de manera efectiva con sus predecesores y deja pasar un tren al que estaba obligado a subirse.

El conjunto oscense había marcado en rojo el encuentro frente al Celta como paso ineludible a seguir soñando con la salvación y dejar escapar dos puntos le coloca colgando del abismo de Segunda, ya que no es capaz de abandonar la última posición ni enfrentándose a directos rivales como el gallego.

El equipo celeste, al menos, con la igualada consigue evitar que el Huesca se le acerque y añade un punto que le sirve para que la diferencia con el Villarreal, equipo que marca la salvación, se quede como estaba, un punto, tras el empate de los castellonenses en esta jornada contra el Barcelona.

De inicio, la excelente presión del Celta impidió a los azulgranas salir con el balón controlado obligándoles a enviar balones largos a sus puntas, de mucha menos estatura que los defensas del Celta, por lo que estos salían siempre vencedores.

El conjunto gallego avisó pronto de su peligrosidad pues en el minuto 11 le fue anulado un gol a Maxi Gómez por fuera de juego que fue el preludio del 0-1, que llegó tres minutos más tarde en una contra en la que hasta cuatro jugadores celestes se plantaron en el área prácticamente solos, y que acabó resolviendo Brais Méndez.

El tanto permitió al Celta jugar tranquilo, al contrario que un Huesca al que dejó como un boxeador sonado durante bastantes minutos, aunque reaccionó a partir del minuto 32 con un centro del lateral Javi Galán que remató alto Jorge Pulido quien, poco después, era el que ponía un centro desde cerca de la línea que no encontró rematador.

Sin embargo, la gasolina le duró poco a los propietarios del terreno porque, de nuevo, el conjunto de Fran Escribá, aprovechando que su oponente se iba hacia arriba acumulando jugadores envió un balón largo a Maxi Gómez después de una recuperación y el uruguayo se plantó solo ante el meta Roberto Santamaría pero cruzó en exceso su disparo.

Ya en el tiempo de prolongación del primer periodo, el conjunto foráneo volvió a tener otra opción para hacer subir el 0-2 al marcador pero el potente y lejano disparo de Ryad Boudebouz se estrelló en el larguero.

En el inicio de la segunda mitad los locales tuvieron dos grandes ocasiones para haber igualado la contienda, con Xabi Etxeita y "Chimy" Avila de protagonistas, que abortó un inspirado Rubén Blanco.

En el minuto 56 se pasó de lo que pudo haber sido el empate al 0-2. De nuevo Rubén Blanco sacó un cabezazo de "Cucho" Hernández y prácticamente en la jugada siguiente llegó el segundo gol visitante obra de un Iago Aspas que hasta entonces había estado desaparecido.

El partido parecía sentenciado, pero entonces apareció ese Huesca que nunca se da por vencido para, en 16 minutos, marcar tres goles, anotados por Enric Gallego, "Chimy" y Pulido y darle la vuelta al electrónico.

Con la locura desatada sobre el césped y en la grada, fue el Celta al que le tocó arriesgar para no irse de vacío y la apuesta, como antes al Huesca, le salió bien porque Ryad Boudebouz puso el empate a tres en el minuto 81.

Aún así el equipo altoaragonés pudo haber ganado en el añadido con dos acciones de Enric Gallego, una primera en la que solo ante el meta rival envió el balón fuera con todo a su favor y una segunda en la que, una vez más Rubén Blanco, estuvo providencial y salvó a su equipo de la derrota con otra gran intervención.
..AFP