Brasil abrió la Copa América goleando a Bolivia

Los reclamos insistentes en Barcelona tuvieron eco en Sao Paulo. Philippe Coutinho se disfrazó del ausente Neymar y con dos goles destrabó el debut de Brasil en la Copa América ante una aplicada Bolivia.

El mediocampista brasileño se desquitó este viernes en el estadio Morumbí de Sao Paulo de las críticas que le dispararon sin tregua durante toda la temporada por su rendimiento inocuo en el club catalán.

Con pose de líder y armando la ofensiva de la Canarinha ante una resistencia boliviana que en los primeros 45 minutos tuvo aires heroicos, el ex del Liverpool disimuló la ausencia del lesionado Neymar, que para algunos bajó los halos de favorito de Brasil.

Aunque no concretó en la parte inicial, la ofensiva de la Verdeamarela pasó siempre por los botines del volante de 27 años. Abrió la cancha buscando centros por los costados que vulneraran el arco de Carlos Lampe, aunque sus intentos fueron fallidos por la desconexión de Firmino.

En el minuto 40 avisó lo que se venía en la parte complementaria. Alzó sus 172 centímetros de estatura por los aires del Morumbí tras un desborde de Filipe Luis, pero el testazo se fue desviado.

La pifia en la definición le sirvió de ensayo para lo que se vendría minutos y un duchazo más tarde. Y pudo ser desquite por irse abucheado, junto a sus compañeros, por la torcida paulista, confiada de que vencer a la Cenicienta era un mero trámite.

Los silbidos seguramente le recordaron sus últimas salidas en el Camp Nou, donde Lionel Messi alguna vez tuvo que interceder por él ante la fijación de la hinchada culé con el brasileño.

- Desahogo -
La frustración arrastrada desde Cataluña encontró su desahogo desde el punto blanco. El juez argentino Néstor Pitana decretó falta por una mano boliviana dentro del área, tras consultar al VAR por primera vez en el torneo de selecciones más viejo del mundo.

Con semblante serio y trote pausado, el hombre surgido en el Vasco da Gama remató fuerte y abajo del palo derecho de Lampe. Así se ajustó su segundo gol de penalti en la temporada, luego de marcar en el 6-1 del Barca contra el Sevilla en la liga española.

La grada, hasta entonces indignada con él y los suyos, celebró a modo de desintoxicación.

Y lo volvería a hacer tres minutos después, en el 52, bajo la fórmula frustrada del primer tiempo. El pequeñín aprovechó un centro de seda de Firmino para ajustar su decimoquinto gol con la camiseta de su nación.

Con el partido sentenciado, bajó las revoluciones y cuidó su forma para los partidos contra Perú y Venezuela.

Tite le dio los 90 minutos, en los que varió frecuentemente su posición en el campo. Ofició por momentos de mediapunta, a veces se incrustó entre Casemiro y Fernandinho, y otras fue el clásico interior. Brasil bailó a su son.

Pese a la inferioridad del rival, el azulgrana dio visos de poder ser el comandante que guie a Brasil a su noveno título del campeonato americano.

Las siguientes batallas de la guerra que se definirá el 7 de julio en el Maracaná en Rio de Janeiro sentenciarán si estuvo a la altura de convertirse en un referente futbolístico inesperado tras la lesión y los escándalos de Neymar.

Si mantiene el desparpajo que evidenció ante los bolivianos, y que ha perdido en el Barcelona, donde lo encandila la luz de Messi, los brasileños pueden respirar tranquilos. Y también Ernesto Valverde, su técnico en el Barça.
..AFP