Un Barcelona desdibujado empató ante el Slavia

Barcelona - Slavia Praga

Cuarta jornada de la fase de grupos de la Champions League. El Barcelona llegaba después de una derrota ante el Levante donde cayó  3-1 en la última jornada de La Liga.  Lo que era una oportunidad  para resarcirse ante su afición, acabó en una noche para el olvido que dejó pésimas sensaciones.

Habían novedades en el once inicial de Valverde.  La lesión de Suárez, ubicó a  Dembelé  junto a Messi y Griezmann en el tridente ofensivo. Vidal entró como titular otra vez en el Camp Nou,  acompañando a Busquets y  Frenkie De  Jong en el medio campo.

En el primer tiempo el Barcelona no controló el partido. El Slavia salió con actitud y determinación. Los locales no supieron  encontrar espacios para llegar a la portería rival. Solo Messi en el minuto 34 generó peligro, en una acción estrictamente individual que partió desde el centro del campo, y después de conducir y driblar al central rival, se encontró con la portería.

En los últimos minutos de la primera parte el conjunto blaugrana tuvo varios acercamientos. Otro remate del capitán y un cabezazo de Piqué fueron respondidos por Kolar de manera sobresaliente.

Minuto 45 y se anuló un gol al Slavia. La jugada inició con un contragolpe pero Boril estaba visiblemente adelantado y el tanto no subió en el marcador.

En la segunda parte el Barcelona saltó con mayor iniciativa al terreno de juego . Sergi Roberto, que salió por el lesionado Jordi Alba, tuvo el 1-0 tras un pase  de Dembélé.

Messi controla y le entrega el balón a Vidal que la lleva al fondo de la red, sin embargo, cuando la afición estaba comenzando a celebrar, se señala fuera de juego. El VAR revisa la jugada y le da la razón al colegiado.

Otra ocasión para el capitán. Centro de Ansu Fati que entro por Dembelé,  que remata el argentino pero  Kolár una vez más logra evita el gol. En el 83  tuvieron otra ocasión con un disparo de Rakitic que se marchó desviado.

En los últimos minutos del encuentro, el Barcelona logra encerrar al Slavia de Praga en su campo pero no logró convertir. El estadio se fue quedando vacío y la hinchada local  reprochó con silbidos a su equipo.

La contraparte fue la afición checa que celebró el empate como si hubieran ganado el campeonato. Se quedaron más de veinte minutos cantándole a su equipo que se mantuvo bastante rato en el  césped en señal de agradecimiento.
..Mariana Guzmán / @MarianitaGuzman

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