Déjà vu fatídico. Otra temporada en la que el Barça cae eliminado de la Champions League.

Los culés más soñadores esperaban el milagro de Milán, pero el Inter cumplió en casa y goleó al Viktoria Plzen. No habían salido todavía al terreno a enfrentar al Bayern, y ya estaban fuera de la competición. Los objetivos no se alcanzaron y vuelven a la Europa League.

Xavi adjudicó la derrota al factor anímico y a la falta de intensidad : "Nos han pasado por encima por intensidad y energía, pero para mí hoy el argumento es psicológico, al final nos ha afectado".

La afición sin embargo, fue por mucho, lo mejor del Barça. Con una asistencia por encima de los ochenta mil espectadores, los hinchas no pararon ni un minuto de apoyar al equipo.

Como es habitual en el feudo blaugrana, se pitó el himno de la Champions y al no señalar una acción sobre Lewandowski como penal, resonó al unísono en el Camp Nou: "Es una mafia, la UEFA es una mafia".

Llegaron los tres goles del Bayern y la afición no se movió de su sitio, contrario a lo que pasaba en temporadas anteriores. Al sonar el pitido final, lo jugadores salieron cabizbajos al vestuario, pero la grada los reclamó y subieron para recibir aplausos y apoyo. Xavi Hernandez también fue vitoreado y demostró emocionado su agradecimiento.

Joan Laporta ha reconocido el apoyo: "Hay que agradecer a la afición que, en un partido muy complicado de jugar, han animado a los jugadores y al equipo porque tenemos la mejor afición del mundo".

El Barcelona obtuvo una dosis de realidad. No está para competir en la mejor competición continental. Trabajo y autocrítica es el camino.

Este equipo en reconstrucción tiene un largo camino por recorrer.
..Mariana Guzmán / @Marianitaguzman
Foto: Agencias

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