¡Que mítica frase aquella de Piqué! Que siempre tendremos presente en cualquier acontecimiento deportivo. En el mundo del futbol será el comienzo de una proeza o el declive de un equipo.

Esta mítica frase la debemos trasladar en el día de hoy a esos dos “interesados” penaltis señalados por el árbitro, Deniz Aytekin, al PSG que denotan clamorosos errores arbitrales  o al impecable tiro libre ejecutado por Neymar que ante la incredulidad del portero alemán Trapp entró por toda la escuadra.

Este espectacular gol a cinco minutos del final despertó a un todo poderoso Barcelona que había tirado la toalla hace tiempo con el gol de Cavani y los arranques explosivos de Di María, a pesar de haber marcado en tres ocasiones, por medio de Luis Suárez, Kurzawa (en propia meta) y Messi de penalti.

Después del gol de Neymar – el cuarto del Barcelona-  se vivieron unos minutos electrizantes hasta el pitido final, en el cual Neymar marcó nuevamente a balón parado, de penalti, y en la última jugada del partido Sergi Roberto se consagró como el más listo de la clase al marcar cuando nadie le esperaba. Con ello, los azulgranas avanzan a la próxima fase de la Champions League.

Independientemente de los penaltis mal señalados, del tiempo extra concedido por el cuarto árbitro (5 minutos) o de la falta de Macherano en el área del Barcelona a Di María que impidió marcar a placer a Ter Stegen, resulta impensable e inaceptable que al PSG le marquen en los tres primeros minutos de juego y sobretodo que su portería sea batida en seis ocasiones.

Hoy no debemos hablar ni de milagros, ni ayudas a los "culés". Porque lo que sí es reseñable fue el mal planteamiento del partido por parte de los franceses que dejaron que su portería fuera perforada una media docena de goles, que no supo saber gestionar su ventaja de cuatro goles que se trajo de la "Ciudad de la Luz" y que sus figuran no supieron tomar las riendas del partido, cayendo rendidos al juego de la MSN.

Después de esta inapelable victoria del Barcelona tenemos un serio candidato para llevarse la orejona, tiempo al tiempo…
..Arturo J. Mengual / Twitter: @ajmengual