El Real Madrid está a un partido de volver a entrar en la historia y convertirse en el primer equipo en ganar tres veces consecutiva la UEFA Champions League... o puede tener una temporada para el olvido, que en otras circunstancias hubiese terminado con la destitución del entrenador que estuviera a cargo. Se juega prácticamente todo. El Mundial de Clubes, la Supercopa de España y la Supercopa de Europa no son suficientes para los aficionados merengues.

Los blancos llegan, sin duda, como el claro favorito. Durante toda la temporada se habló de esa "mística" que tienen con Europa, pero la verdad es que, de las últimas cuatro finales disputadas, en el escenario, el Liverpool parece ser el equipo que más puede complicar a la defensa del equipo español. Si Ramos y Varane (suponiendo que serán los titulares) no tienen un gran día, al igual que Keylor Navas, al Madrid le tocará remar contra corriente. Sin embargo, no todo es pesimismo para los merengues. Cuentan con un medio y delantera que les ha dado sus mas grandes alegrías, si bien Casemiro participó de las dos últimas, en esta tendrá un trabajo diferente, parar a su compatriota Firmino.

Sin embargo, la duda en esta edición será el acompañante de Cristiano Ronaldo, algunos apuntan que debe ser Bale y otros que Benzema, debido a que ambos aportan algo distinto al ataque. No sería extraño ver a Bale en el banquillo. Benzema puede dar más juego asociativo a un equipo que necesitará ser compacto en lo defensivo y contundente en el ataque. Destacando que Jürgen Klopp dio con la clave de su partido "Marcelo no defiende", destacó el entrenador alemán. Suponemos que bajo esta premisa, el ataque estará por el costado izquierdo español, donde brilla, nada más y nada menos que Mohamed Salah, la estrella egipcia que está en boca de todos. Quien, como dato curioso, estará en ayuno el sábado debido al Ramadán.

Aunque la balanza, personalmente creo que está al 50%, no se puede olvidar que la experiencia (casi el mismo plantel de las últimas 4 ediciones) será un papel importante a destacar. El equipo se nota mucho más tranquilo, mentalizado y preparado para afrontar su tercera final consecutiva que en otras temporada, se ve a un Cristiano mucho más enfocado, aún sin saber quien jugará a su lado. En el último partido del Madrid ante el Villarreal, se vio un 4-4-2 muy contundente con Bale y Cristiano en la punta.

Todo se conocerá el sábado, sin duda será un partido que dará de qué hablar y opinar en los días posteriores. Mi conclusión sería que el Madrid no es tán favorito como se dice y que el Liverpool no es tan flojo como comentan. Lo único seguro es que los merengues se querrán quitar esa espinita que un 27 de mayo de 1981, los 'reds' les dejaron en la última final que el Real Madrid disputó y perdió...