El Real Madrid en los últimos partidos ha mostrado una evidente mejoría, superando claramente al Sevilla y Girona, con presión, cohesión e intensidad, que han sido fundamentales en este renacer merengue.

Modric, Sergio Ramos, Benzema y el inesperado Vinícius han sido indispensables en la mejoría blanca, pese a la plaga de lesiones que ha tenido esta temporada el equipo merengue y a la irregularidad de resultados que significó el adiós de Lopetegui y la llegada de Santiago Solari.

Los merengues siguen echando en falta el gol. Benzema es un nueve, con alma de diez, que está teniendo su mejor temporada pero que no se acerca a los números del extrañado Cristiano Ronaldo y Sergio Ramos es un central, con alma de nueve, al que el Real Madrid ha recurrido en los últimos partidos.

Con este panorama está claro que los merengues no aspiran a remontar en Liga, una competición cada vez más lejana y en la Champions League, difícilmente puedan conseguir su cuarto título consecutivo, ante la preocupante falta de gol de los jugadores atacantes.

Sin embargo, en la Copa del Rey parece que el final pudiera ser otro, después de la victoria ante el Girona y dejando encaminada la eliminatoria, que acerca a los blancos a las semifinales de la competición, en la que el Atlético de Madrid ya está eliminado y el Barcelona está a un paso de seguir el mismo rumbo que los de Simeone.

El Real Madrid apuesta todas sus cartas a este trofeo, competición menor, pero que visto como empezó la temporada para los blancos, este título sería una tabla de salvación y una oportunidad para no irse con las manos vacías, en una temporada de transición, después de la salida de la leyenda portuguesa.

La Copa del Rey 'salvaría' la temporada del Real Madrid pero no cambiaría la revolución que se viene en la casa merengue en verano.
..Diego Mengual / @MengualEnLinea